Quemar el miedo. Un manifiesto de SOTOMAYOR VAN RYSSEGHEM, SIBILA

La responsabilidad no recae en mí, ni en mi ubicación ni en mi vestimenta. Eres el perpetrador. Un agresor en proceso, octubre 2019, colectivo LASTESIS. Sentimos rabia. La rabia suele pasar desapercibida ante nuestros abusos. Rabia y miedo a ser atacadas, asesinadas, olvidadas. Nos tocaron muchas veces en la calle y a menudo sufrimos acoso impune. Nos humillaron. Nuestro testimonio es frecuentemente cuestionado, no es suficiente. La impunidad por abusos y violaciones está normalizada y la victimización constante es insoportable. Sin embargo, fuimos repudiadas cuando salimos, en su mayoría, a decirles que ya no toleraríamos sus malos tratos, violencia y tortura. Y si nos violan, nos señalan como culpables. Los sistemas de justicia no funcionan y los candidatos a liderar gobiernos hablan de igualdad, pero no proponen soluciones estatales para detener los feminicidios. Porque nos están protegiendo falsamente. Porque es mentira que deseen que vivamos. Nos arrebataron todo, excepto la rabia. Dejemos arder juntos el miedo.